16 de abril: Día Internacional
contra la Esclavitud Infantil
Con tan solo 4 años de edad, el
niño paquistaní Iqbal Masih fue entregado por su padre al dueño de una fábrica
de alfombras, a cambio de un préstamo de dinero.
De allí en más comenzó el calvario
del pequeño, quien se vio obligado a trabajar doce horas diarias, encadenado al
telar y soportando golpizas; todo para saldar la deuda que su familia había
contraído con el comerciante. Sin embargo, el monto no se reducía, sino que
aumentaba día tras día, por lo cual las perspectivas de liberación del niño se
tornaban poco menos que imposibles.
A los 9 años, Iqbal conoció a Ehsan
Khan, quien luchaba contra la esclavitud laboral. Al años siguiente, tras
escapar de la fábrica, y contagiado del saludable ejemplo de Khan, el jovencito
empezó a denunciar la total falta de regulación en el trabajo, factor que
permitía la explotación, incluso a menores de edad.
Iqbal no tardó en convertirse en un
líder para los demás trabajadores explotados —sobre todo para los más jóvenes—
y, a la vez, en un estorbo para los empresarios inescrupulosos, uno de los
cuales terminó preso por explotar menores, gracias a la lucha de Iqbal.
El 16 de abril de 1995, con 12 años
de edad, murió asesinado de un disparo. A partir de entonces, su figura se volvió
un ícono de la lucha contra la explotación a menores de edad. Y es en su honor
que cada 16 de abril, desde 1997, se conmemora el Día Internacional contra la Esclavitud Infantil.
Porque los niños no deben trabajar,
sino jugar, aprender y ser felices, recordemos el valor de Iqbal y
reivindiquemos su figura para erradicar este flagelo de nuestro mundo.